AHÍ TE QUERÍA VER


















Me tenía mosqueado GOOGLE. Se está quedando con nuestras cuentas de correo, blogs, documentos, favoritos. Todos nuestros datos en sus manos y, como la información es poder, esto significaría que la compañía del buscador se podría convertir en la dominatrix que nos hará jugar a un perverso juego de sumisión.

Pero mira por donde que aparece la noticia de que, en muy pocos años, ofrecerá la tecnología que permita la traducción simultánea en una conversación telefónica. Nuestros celulares tendrán una aplicación que conviertan nuestras palabras a cualquier idioma. Algo espectacular y, al parecer, definitivo. Adiós a las extraescolares que nos cuestan un riñón, a las estancias de nuestros hijos en Cork y a todo el negocio del analfabetismo lingüístico.

¿Adios a un negocio dominado por las empresas anglosajonas? Mhhhhh... ¡A ver si esto va a ser como el motor de agua o la fisión fría y se convierte en una leyenda urbana! Nuestro gozo en un pozo.

Aunque, bien visto, esto es cuestión de qué puede ser un mayor negocio para sacarnos las mantecas. Y ahí Google parece más intratable que Suffering English.

¿Y en el horario escolar de nuestro churumbeles, qué llenará el hueco que dejen el inglés, el francés o el euskera versión Valle del Baztán?

Y, a propósito, si la Lengua deja de ser un rasgo diferenciador, paradigmático de la tribu ¿con quién vamos a reñir?, ¿qué será de los productivos e interesados nacionalismos?

Coño, con Google... va a abrir la caja de Pandora y a muchos se les puede acabar el cuento. Ahora le tengo más cariño a este omnipresente buscador.

(Aunque últimamente me gusta más Bing, por esas fotitos tan chulas que coloca cada día)


0 comentarios:

Publicar un comentario