ANÁLISIS ELECTORAL (VERSIÓN FAST FOOD)



Conozco un pueblo en el que hay dos establecimientos de Fast-Food o comida rápida (hay quien la denomina “basura”). El primero ofrece hamburguesa con queso y a él acude una clientela fija que no se para a pensar si puede haber otro menú. Lo engullen mirando al vacío, rechupetean la pajita y absorben un líquido negruzco sin apenas gas ni sabor. Cuando terminan, jalean y hacen la ola al cocinero quien, cínico, piensa: “si vosotros supierais”. El cocinero les llama, para más sorna, “gente de bien”.

En el otro comedero, sus cocineros llevan años debatiendo como cocinar su hamburguesa para que sea la elegida no sólo por sus habituales, sino por los del otro establecimiento. Prueban fórmulas, combinaciones y fantasean con los ingredientes. Al final, ofrecen hamburguesa sin queso -para establecer una pequeña diferencia- pero con pepino. Sus clientes terminan de deglutir, mantean con alegría al cocinero quien, con choteo (mientras piensa “si vosotros supierais”) les denomina como “el pueblo sufrido y trabajador”.

En el primero, la fidelidad es absoluta, aunque la hamburguesa esté revenida y el pan, mohoso. Cada sábado, la “gente de bien” acude, traga, paga y vitorea. En el segundo, más de lo mismo, los “sufridos” piden más o menos pepino, pero tragan con la carne especiada para esconder su nula calidad.

Pero resulta que en el segundo están observando que pierden clientela. No han pasado a las filas de la “gente de bien”, sino que se quedan en la calle, junto a otros que nunca habían entrado en un restaurante. Y no quieren atravesar ninguna puerta. Se están planteando que hay otros mundos, otras elecciones a la carta. Perciben que su dieta es escasa y con muchas carencias e intuyen que hay algo más: un buen solomillo o una rica ensalada de frutas y marisco. Creen en esa intuición y van a perseguir el sueño de alcanzar una dieta mejor y más saludable. No saben si torcer hacia un lado o hacia otro, pero el camino se les mostrará -tarde o temprano- entre la maleza que creció por la desidia de quien no quiso segarla a tiempo.

Mientras tanto, los dueños de las dos hamburgueserías miran con temor a esos extraños seres que buscan una senda nueva. Y se observan, cada uno en su lado de la calle, pensando: “por favor, que no encuentren el solomillo que tenemos escondido en el arcón”.

Y aquí está el solomillo. Ten paciencia en la lectura, porque es una obra maestra:

http://elporquedeunamosca.blogspot.com/2011/05/por-que-no-hay-una-democracia-real-en.html

6 comentarios:

LEOmuñoz dijo...

Excelente parábola Carlos del sentir de una mayoría a la que no se la tiene en cuenta. Son tiempos nuevos de concienciación y movilización hay que ir preparando a esa mayoría del 34 por ciento que no voto para que se oiga su voz en las próximas elecciones del 2012, puede ser algo histórico.

MACOCLAS dijo...

con respecto a ese 34 x ciento que no voto muy a mi pesar siempre es igual ,las anteriores fue un 33. respecto al 15M no hay mas que ver quien ha sido el beneficiario( no me bajo del burro )sigo pensando "OTRO SIMANCAS "o parecido pues todo en este pais va por los mismos derroteros si no tiempo al tiempo .ya el domingo se disuelve.
abreviando ....SOMOS MARIONETAS QUE NOS MANEJAN COMO QUIEREN ( me incluyo) chao ,chao
y....OJALA ME EQUIVOQUE !!

macoclas dijo...

charlye muy bueno el articulo.

Anónimo dijo...

Muy bueno Carlos, como siempre. Me gustaría que Leo tuviera razón de cara al 2012, pero me temo que no será así...

Toni Llena

Charlyté dijo...

Pues muchas gracias, chicos. Esto es complejo y va para largo. Pero el desánimo del rival es el arma definitiva del poderoso.

Aquí hay que cambiar algo, no se qué, pero está claro que nos tienen un poco hasta los h... Hoy leo lo del ERE de Telefónica tras ganancias de 10.000 millones y se me pone una mala leche. ¿Hasta donde creen que podemos aguantar? ¿No se estarán pasando ya de rosca?

macoclas dijo...

mas animo que yo no tiene nadie!! pero como tu dices otra mas TELEFONICA ....
Y espera lo que nos queda ...

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