CÓMO SALIR DE LA CRISIS.

Famosa foto que corre por la red



Uno de los regalos envenenados del concepto actual de globalidad es esa convicción fatalista de que nada podemos solucionar por nosotros mismos. Tan enormes y generales son nuestros problemas que parece que la solución también deberá ser compleja e incluso ajena a nuestras posibilidades. Pero, amigos, no desfallezcáis. Pensad, ante todo, que lleváis en vuestro interior, no Abanderado, sino un regalo de la naturaleza: ¡Sois españoles, coño! Nosotros no nos acojonamos a las primeras de cambio. Nuestra imaginación y capacidad de supervivencia son un regalo divino y, combinadas con nuestra proverbial picardía y con un “pormiscojonismo” históricamente documentado, no debemos temblar por nuestro futuro.

Ante obstáculos universales, estamos acostumbrados a buscar soluciones épicas. ¿Qué no sabemos cómo adentrarnos en la selva mejicana?, pues quemamos nuestros barcos y, como no queda otra, hala, para dentro y a la jungla a masacrar aztecas. ¿Qué nos sobran barcos y no sabemos cómo desarrollar una nueva Reconversión Naval?, pues nada, oye, enviamos toda nuestra flota a sucumbir en la tormenta perfecta de Trafalgar. Ejemplos, a miles en nuestra rica historia.

Lógicamente, estamos en tiempos modernos, como diría Chaplin , y ya no procede tanto belicismo y suelta de testosterona armada. Ahora “semos” europeos y, por lo tanto, más sutiles. La salida de la crisis será individual, pero a la vez masiva. Sólo necesitamos, como siempre, líderes sólidos y preclaros que nos enseñen el camino. Hernancorteses y Poncesdeleón del siglo XXI. No podemos luchar contra primas de riesgo voraces, pero podemos aliarnos con abuelas con encanto, pero también insaciables. Todo quedará en los lazos familiares. Salgamos de la crisis y busquemos nuestra salida carnal a este túnel oscuro. Sigamos el ejemplo resplandeciente de nuestro nuevo líder, el funcionario echaopalante.

Si os escasea la imaginación, os dejo un manual de instrucciones, una guía de recursos, y una foto de actuales millonarios, futuros divorciados:




De nada, a practicar

SÓLO CUANDO ME RÍO




Os presento un curioso gráfico. Este es el juego del Monopoly en el que estamos inmersos todos los tontochorras de la humanidad humana: un "divertimento" entre Estados y Bancos que se piden préstamos, generan deudas, gastan, ingresan, apuestan y pujan con el dinero de todos. Este curioso juego de niños es el que nos está trayendo de cabeza y generándonos tanta mala leche. Podéis disfrutarlo en toda su dimensión en esta dirección.

El caso es que, si no fuera tan crudamente cruel, sería hasta divertido: flechitas para un lado y para otro, cada una con su colorcito, su curva y su grosor. En esta dinámica jugamos todos queramos o no y es tan retorcida que, me temo, ya no depende ni siquiera de esos intangibles "mercados" (y ya no digo de los Gobiernos, pobres mentecatos). Éste es un juego de sinergias y tensiones tan desbocadas que no tiene más remedio que explotar para regenerarse. Aquí hace falta un nuevo big bang como el comer. Y hala, a tomar por saco todos; a expandirse por el Universo.

Como decía aquel boxeador noqueado, a la pregunta de si le dolía el cuerpo tras la paliza: "sólo cuando me río". No nos queda otra: partirnos de risa ante tal tomadura de pelo global, ya que el hostión va a ser terrible.

TED LEO AND THE PHARMACISTS

Os dejo con uno de esos grupos que te alegran la vida de vez en cuando. Qué mejor remedio contra el "mal del mercado" que la receta musical de un buen farmacéutico. El vídeo es gracioso y además puede servir para entrenar un poco el oído con el inglés. A disfrutar.


Mátrix (o la banca) siempre gana




Aunque nunca se había ido, vuelve El Zoquete. Como podéis comprobar en el historial, su descanso coincidió con el fenómeno del 15 M. Este movimiento me fascinaba: se presentaba como esa ráfaga fresca que venía a aventar la caspa del traje del abuelo. Y aún me sigue atrayendo, a pesar de notarlo cansado, apesadumbrado y casi vencido. Al observar que prácticamente en todos los medios de comunicación se le estaba dando una cobertura y una interpretación que no me cuadraban, fui buscando las fuentes de información más cercanas. Uno a uno, fui dando tumbos por diferentes blogs y foros donde informarme de lo que estaba pasando.

El caso es que me enganché a un foro cuyo nombre me vais a permitir que no mencione. Lo frecuentaba tanto que era la única página que tenía en cuenta al encender el ordenador ( más Facebook, lo reconozco). En él coincidieron opinantes de diversa procedencia, inclinación y argumento. Pero, en su gran mayoría, contaban con algo en común: una capacidad extraordinaria de análisis y una forma de relacionar los acontecimientos muy notable. También era un lugar donde imperaba la educación y el respeto por la opinión de todo el mundo. Un vergel, vamos.

Observé, aprendí y al final (era inevitable) participé un poco. Han pasado el verano y el otoño y este foro ya no está tan activo. Quizás la dura realidad global o el desencanto de sus participantes sean los culpables de su escasa vidilla. Puede que el inicio del curso escolar los haya devuelto a sus clases o cátedras. Quizás hayan vuelto a sus blogs o Zoquetes particulares. La cuestión es que noto que todo está más marchito en aquel jardín.

Nada se iba a solucionar en aquel foro. El rodillo de los insaciables mercados iba a pasar de igual manera por los parterres de flores de sus ideas. El martillo pilón de la realidad ya nos ha despertado de aquel sueño dialéctico. Pero bueno, lo hemos pasado bien. Se ha teorizado sobre otro mundo posible, que no sé si será mejor o peor, pero sí diferente. Quiero creer que aquél era uno más de los miles de foros que pudieron nacer alrededor de ese ansia de regeneración. Soy feliz con el autoengaño. Pero también sé que ahora toca otra cosa: enfrentarnos a las verdaderas reglas de juego; volvernos a sentar en ese puesto de la cadena del que no podemos escapar; volver a soñar con esa primavera de la que ya sólo nos queda el recuerdo; convencernos definitivamente que daba igual tomar la píldora roja o la azul. Porque Matrix siempre gana.

Vuelve El Zoquete, hola a todos.

Y muchas gracias a EL ROTO.